viernes, 19 de febrero de 2016

Ex convento de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan, Hidalgo


El 29 de septiembre de 1550, comenzó la construcción del templo y el convento anexo a cargo de la orden de hermanos agustinos, liderados por Fray Andrés de Mata, que tenía una fuerte influencia de la arquitectura renacentista al haber leído diversos tratados sobre el tema. Se piensa que fue realizado en 10 años, sin embargo no hay fuentes oficiales que comprueben este dato, pues los documentos de ese siglo han desaparecido total o parcialmente, haciendo casi imposible el seguimiento histórico. Estuvo a cargo de la orden de agustinos durante doscientos años, sin embargo, debido a la falta de frailes fue entregado a la arquidiócesis de México a mediados del siglo XVIII. En 1959, el cura Alfonso Moreno descubrió las ahora famosas pinturas murales dentro del templo y a partir de esa fecha se han tratado de conservar para evitar que se deterioren más. El templo depende en la actualidad de la arquidiócesis de Tula y aún ofrece servicios religiosos.

El templo, construido con cantera ocre, mampostería y tezontle, cuenta con un amplio atrio, con una barda perimetral almenada y una cruz de piedra de estilo tequitqui (combinación de elementos europeos e indígenas)  al centro. La portada de la parroquia, orientada hacia el poniente,  tiene una fachada lisa; su trazo es muy limpio pues busca resaltar el acceso al templo, se conforma de un arco enmarcado con un cuadro (alfiz), diversos grabados en relieve representando escudos de la orden agustina y elementos prehispánicos y dos columnas corintias que rodean la entrada. Cuenta también con un alta torre de estilo mudéjar, que se compone de tres cuerpos (dos ortogonales y uno circular) y un remate piramidal que soporta una cruz con una esfera. Al lado derecho se encuentra la capilla abierta y al frente el portal de peregrinos y la portería. El interior del templo es amplio, se conforma de una sola nave en el lado izquierdo techada con una bóveda de cañón corrido. Abundan, así mismo, las bóvedas nervadas que le otorgan al espacio elegancia. Existe una bóveda de pañuelo, ubicada entre la nave y el presbiterio. Sin embargo los elementos que resaltan sobre todo lo demás y que hacen único a este templo son sus exquisitos frescos que combinan la mitología griega y prehispánica, creando diversas escenas que son consideradas paganas y que aún no han sido descifradas del todo. En las paredes del vestíbulo, es posible contemplar un águila con las alas extendidas sobre un nopal, así como jaguares, serpientes, símbolos de palabras (vírgulas), penachos, combinados con el elemento europeo de las hojas de acanto.

El convento anexo se conforma de un claustro de dos plantas: en la primera abundan los arcos ojivales (de estilo gótico), y los contrafuertes que cumplen una función doble; de apoyo estructural y ornamentación. Los pasillos de esta planta tienen una cubierta de bóvedas de crucería.  La segunda planta cuenta con arcos de medio punto y un rodapié de cantera que los rodea, su cubierta es de bóvedas de cañón. El pretil de la azotea esta almenado. Hablando sobre distribución de espacios, al sur se localizan el almacén, la cocina, el refectorio y la sala profundis, así como el pasillo de acceso al templo y a la capilla abierta. En la planta alta están las celdas.

Hay diversos elementos que indican la pertenencia de este edificio al estilo arquitectónico del siglo XVI como el atrio con la barda almenada, la cruz de piedra estilo tequitqui, la capilla abierta. El marcado estilo mudéjar del acceso, que cuenta con un alfiz y la torre lateral. La fachada de estilo renacentista, la única nave que conforma el templo, su gran altura y el uso de bóvedas de nervadura. También destacan los ricos frescos del interior de la parroquia que combinan elementos europeos e indígenas como muestra del sincretismo cultural de la época. El convento, por su parte, cumple con las características de, pertenencia al mencionado siglo. Tiene un claustro (con contrafuertes), el refectorio, la sala profundis y la portería en la planta baja, mientras que en el segundo nivel se localizan las celdas.

Su construcción se llevó a cabo en la época de evangelización de los grupos indígenas que habitaban en la Nueva España, su finalidad era servir como un lugar de enseñanza de la doctrina y refugio para los mensajeros de Dios, que habían venido de muy lejos a predicar la palabra y hacer la parte espiritual de la conquista. En ese tiempo los templos debían ubicarse en lugares estratégicos en los que pudieran dominar los valles y obtener una gran presencia en la distancia. Además debían contar con elementos que ayudaran a enseñar la doctrina religiosa con facilidad (frescos y estilo tequitqui).


Perspectiva del Ex convento de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan Hidalgo.


Conclusiones

- Este templo es una clara muestra del sincretismo cultural de aquella época, nos muestra la forma en la que 3 estilos diferentes pueden llegar a fundirse en uno solo: tenemos el del templo y el convento europeo adaptados a las necesidades de su ubicación en la Nueva España, también el mudéjar reflejado en el alfiz de entrada y las bóvedas de nervaduras, y por último, pero no menos importante, el estilo indígena, que crea una obra única en su tipo, muy rica en elementos simbólicos y que no deja morir la cultura de nuestros antepasados prehispánicos aunque la cultura europea haya querido imponerse a toda costa.

- El motivo por el que también escogí Ixmiquilpan fue por ser un edificio lleno de historia que consta de elementos muy importantes que cuentan la como fue la evangelización, como las pinturas en el interior de la iglesia, las bóvedas de crucería, la cruz atrial, el arte tequitqui y muchos elementos más nos hablan del proceso de evangelización de nuestros pasados, nos cuenta de lo poco de lo que ellos aun creían y el concepto que tenían solo su nueva religión, las creencia, historias de nuestros antepasados quedo atrás, en el olvido, lugares como estos nos dejan revivir esos momentos, así no nos olvidaremos de nuestros ante pasados y el gran patrimonio que nos dejaron.

- Este convento fue escogido debido a que fue uno de los primeros y más representativos del siglo XVI, e  igual es unos de los pocos que aún conservan sus frescos que son característicos de la arquitectura eclesiástica de este siglo, el edificio muestra la relación o mediación que hubo entre los indígenas de México y los españoles que a falta de arquitectos se las ingeniaron para resolver el cómo edificar un templo de tal magnitud.

Referencias
Depto. de difusión del INAH Hidalgo. (2002). Ex convento de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan. 18/02/2016, de INAH Sitio web: http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/guia:188

Bobadilla, Inés. (2008). Arquitectura mudéjar en México. Elementos estructurales y compositivos aplicados en la época virreinal. 17/02/2016, de UNAM Sitio web: http://132.248.9.195/ptd2008/agosto/0630875/Index.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario