HISTORIA
Los dominicos fueron encargados de Yanhuitlán,
desde 1538, debido a un problema surgido con el encomendero, se retiraron poco
después y se alojaron en su convento de Teposcolula, regresaron a Yanhuitlán en
1548y fue entonces cuando se inició la construcción de santo domingo, como se
conoce actualmente, donde permanecieron por 260.
En 1571 residían 8 frailes
El último de los documentos
estudiado en los archivos de la catedral, menciona a Yanhuitlán como parroquia
en 1850.
Durante la mayor parte del periodo colonial,
Yanhuitlán tuvo de 15 a18 dependencias, cuando se le designo colecturía, en
1794 continuó en esa función hasta 1810 año de la Independencia hasta la fecha
Santa Domingo continua como parroquia si bien ahora como secular.
DATOS INTERESANTES.
Martin Soria cita en un documento inédito,
donde señala que el artista Andrés de la concha, trabajo bajo contrato por dos años,
con gózalo de las casas (el encomendero de Yanhuitlán.)
El 1 de septiembre de 1582 Andrés
de la concha había hecho un sagrario, para el monasterio en Yanhuitlán. (Sagrario:
es conocido como un tabernáculo en el que se guardaban objetos sagrados).
Burgoa describe los contrafuertes
como “pasillos”. indudablemente ya existían en 1660 pero Kepler dice que fueron
construidos antes de 1639.
QUIEN ES ANDRES DE LA CONCHA
Fue pintor,
ensamblador y arquitecto. Su escuela pictórica es la sevillana donde aprendió
con Luis de Vargas. En 1560 arribó a Nueva España. Realizó el retablo mayor de
la Catedral de Antequera, hoy Oaxaca, que data de 1575. De la Concha se asoció
con Simón Pereyns para realizar los retablos de Teposcolula, la antigua iglesia
de Santo Domingo en la Ciudad de México, así como aquel de la vieja Catedral
Metropolitana y el de la iglesia de Huejotzingo, Pue. El retablo de esta última
es el único que subsiste como prueba de su vida y obra. Las obras más
importantes de De la Concha son las que se encuentran en el retablo de la
iglesia dominicana de Yanhuitlán en el estado de Oaxaca. En términos de Manuel
Toussaint, las pinturas de dicho retablo manifiestan influencias italianas y
españolas que delatan el realismo de las figuras. Dentro de la colección de la
Pinacoteca Virreinal de San Diego en la Ciudad de México, se conservan dos de
las obras más significativas de De la Concha: Santa Cecilia y La Sagrada
Familia y San Juan.
MODIFICACIONES:
·
Yanhuitlán, Santo Domingo (1538,1850) (Nochixtlán).
·
Muro oriente, gran parte ya no existe
·
Modificación, las ventanas de tracería que se encontraban
solo en los dos primeros espacios, actualmente se encuentra en todas las ventanas,
es decir, los otros dos restantes; estas ventanas de tracería se encuentran solo
en los dos primeros espacios.
·
Arco de entrada intacto
·
Altares colaterales que han desaparecido y algunos
dorados de las nervaduras de las bóvedas.
·
Sus columnas salomónicas indican que se hizo una
modificación a la obra en el siglo XVII, porque esos fustes retorcidos en
espiral no corresponden al siglo XVI mexicano.
ELEMENTOS QUE LA COMPONEN Y ESPACIOS.
Yanhuitlán conjunto pétreo
sorprendente por su tamaño, se levanta sobre un terreno elevado, que tiene una
extensión de 24,000 metros cuadrados, esta inmensa plataforma cuenta con una
altura de 3 a 5 metros sobre el nivel del suelo, el atrio al norte del templo
mide 90 por 120 metros.
El atrio se extiende 35 metros más
allá del plano de la fachada, sobre cuyo eje hay un tramo de 8 escalones de 6.5
metros de anchura, limitados en su extremo por unos muros pequeños que suben
desde el camino, hasta el nivel del atrio, otras dos entradas a este tienen
también amplias escaleras de acceso, una de ellas en el centro del muro norte,
donde el atrio está a casi 4 metros sobre el nivel del piso, la tercera entrada
está en el muro oriente, gran parte del cual ya no existe, cerca del lado norte
del templo, con el arco de entrada todavía intacto , el monolítico templo ocupa
dos tercios del atrio sobre el eje este oeste.
Construido totalmente de bien
trazada cantería el exterior del templo mide 79 metros de largo 17.5 de ancho y
25 de altura, el muro norte de la nave está cerrado hasta la hilada que marca
el inicio de las bóvedas y que rodea por completo la construcción, por encima
de esta demarcación, se levantan 4 ventanas con dinteles en arco colocadas
entre 5 contrafuertes, que alcanzan los máximos niveles del muro cuya altura
esconden las bóvedas.
Los contrafuertes y las bandas
mencionados enmarcan una serie de tableros de 15 por 15 metro impresionantes en
su desnudes y agradables por sus proporciones. En una mezcla de formas
rectangulares y cuadradas, la piedra presenta numerosas tonalidades de canela
al leonado, dos grandes contrafuertes adicionales, perforados en forma de arcos
(botareles), se desprenden del lado norte de la nave, uno de ellos es Angulo de
45 grados, con respecto al muro de su extremo este y el otro en Angulo recto en
relación a la base de la torre.
Un conjunto soberbiamente esculpido,
llena por completo el segundo espacio, a partir del extremo poniente, entre las
bases de los contrafuertes se ubican 5 escalones que conducen a una portada de
8.5 metros de alto y 4.5 metro de ancho, cerrada por puertas de madera. La
portada con su arco rebajado, decorado por punta de diamante, está enmarcada
por columnas corintias, acanaladas y un entablamento claramente marcado; las enjutas
esta ocupadas por unos discos lisos; la portada tiene la tercera parte de la
altura del muro, un marco exterior formado por grandes columnas abalaustradas,
da la impresión de una puerta dentro de otra, constituidas por una mezcla de
columnas acanaladas, urnas y fustes adelgazados, también están rematadas por un
cornisamento plano que marca los dos tercios de la altura a este nivel se sitúan
los remates del marco interior, entre ambos se ven esculpidos algunos discos y
una gran concha.
El tercio superior se compone de
peanas y remates, prolongaciones de los marcos exteriores de los que un bordo
curvo de piedra parte verticalmente, anunciando la ventana “gótica”. Dentro de
un circulo que sigue la curva de la ventana se encierra un conjunto de tracería
en piedra; el circulo se apoya sobre dos vanos con arcos, más o menos de la
mitad de la altura de la ventana; estas ventanas de tracería se encuentran solo
en los dos primeros espacios, en la parte poniente de cada muro de la nave.
La elaborada puerta norte es un
ejemplo del estilo llamado “plateresco”; una característica de la arquitectura
del siglo XVI era que una puerta norte diera acceso al área de una capilla abierta.
El borde de las torres es de 24 metros;
la fachada, sin el remate mide 22 por 13 metros cada torre tiene 2.2 metros de ancho.
El campanario sur restaurado añade otros 8.5 metros a la altura de las bases de
las torres que es de 25 metros.
Cada una de las nueve partes de la
fachada está claramente delimitada, pero en la progresión de los órdenes
clásicos de la base hacia la parte alta, es poco común: dórico, corintio y jónico,
los seis tableros rectangulares laterales tienen nichos con marcos, con
esculturas dentro de ellos, mientras que el tablero central cuadrado, muestra el
relieve de la virgen cuyo manto cubre a dos santos dominicos.
La puerta a la que se llega por
seis peldaños tiene un arco en semicírculo; tanto esta como la venta rectangular
del coro están colocadas, bastante atrás
Del paño de la fachada; en los pedestales
están gravados en bajo relieve los emblemas de la orden dominica. Todo es sereno,
tranquilo y meditado, muy renacentista. La cresta mixtilínea del remate tiene
un espíritu diferente en su ejecución y los más probable es que sea un agregado
posterior.
Las segundas fachadas hasta las
torres están forradas con una capa adicional de piedra, pues la original puede
verse por pequeñas aberturas; el descubrimiento de 1975 se publicó en 1978. La
primera ventana de esta era circular y estaba colocada, en relación con la
fachada actual, entre el centro del relieve de la virgen y antepecho de la
ventana del coro; la nueva capa de piedra tiene un espesor de 70 cm; obviamente
la fachada original estaba situada mucho más atrás del paño de las torres, en
su totalidad puede haber medido 22.5 m. con la secuencia 4-14.5-4. El intradós
de la primera portada puede verse. Los diamantes encajonados son semejantes a
los de las puertas norte.
El ábside semicircular, raro en el México
colonial, es un macizo total que acere por completo de vanos de cualquier tipo;
esta flanqueado por contrafuertes, uno de ellos es botarel y es una monumental
obra de cantería, sin igual en todas las construcciones en la época colonial
mexicana.
El interior de la única nave es un
imponente volumen que mide 74.5 m de largo 14.5 m de ancho y 26m de altura: La
proporción de la longitud respecto a la anchura es 5:1. A simple vista no se
percibe fácilmente la división de la nave en 4 espacio; solo en un caso se
levanta una columna empotrada, desde el piso hasta el arranque de la bóveda, en
la unión de los espacios tercero y cuarto.
Las bases de estas columnas también
están decoradas con puntas de diamante encajonadas; en la unión de los espacio
primero y segundo se encuentran unas columnas empotradas que dan apoyo al arco
del piso del coro, pero no se prolongan por arriba de este. El primer espacio,
el más cercano a la puerta principal, tiene 17.5m de largo; el segundo y
tercero, sumados, miden 31.5 m y el cuarto y último 18.5 m; todos están
cubiertos por bóvedas de piedra; la nave propiamente dicha mide 67.5m desde el
muro oeste hasta el arco triunfal.
Cada una de las bóvedas descansa
sobre un complicado entrecruzamiento de nervaduras, que delinean un trazo
octagonal en el centro.
Incluyendo las que están adosadas
al muro de la nave, 7 nervaduras se levantan desde las impostas de los rincones
y 13 de las demás; cada imposta se asienta sobre una voluminosa repisa. La cornisa
alargada, la ancha banda rematada en u parte superior por dentellees y en la
inferior por una moldura tallada vigorosamente, todo ello envolviendo en
apretado conjunto el núcleo de la repisa, y la parte inferior paulatinamente
rebajada mediante 3 bandas circundantes que van disminuyendo progresivamente de
volumen, caracterizan fácilmente esta época arquitectónica.
Las bóvedas de piedra tienen
diferentes aperturas de arco: la mayor , la diagonal, mide 23 m ; la menor , la
nervadura transversal, tienen 15 m ; puesto que la diagonal es un semicírculo,
alcanza su máxima altura a la mitad de su recorrido ósea a los 11.5 m a partir
del arranque ; aunque están apuntadas , las transversales no llegan a la altura
de las diagonales , lo que da como resultado una bóveda de diseño capiliforme
y, como consecuencia el exterior de cada bóveda , cerrada con ladrillos, es un
cúpula bulbosa que da a la cubierta una apariencia ondulada.
DETALLES DEL INTERIOR
El coro ocupa todo el primer
espacio, apoyándose en dos arcos. la cara que corresponde al sotocoro está
cubierta por un cielo de madera magníficamente tallada creando un artesonado,
formado por cajones hexagonales del centro de los cuales penden unos colgantes.
Su estilo es francamente renacentista
muy diferente del tratamiento mudéjar de conocidos techos interiores dl siglo XVI,
como el convento franciscano de Tlaxcala.
Un imponente órgano que ya no
funciona se asienta sobre una base construida especialmente para él, hacia
adelante del coro apoyada en el muro norte de la nave.
El muro sur se construyó con un
espesor suficiente para alojar 2 confesionarios en el segundo espacio y una
estrecha escalera en el tercero que probablemente conducía a un pulpito.
El enrasilladlo del piso se colocó
en 1962.
Un grandioso arco triunfal, cuyos
costados sobresalen considerablemente de los muros y cuyas bases ocupa dos
tercios del espacio número 4, anuncia el santuario o capilla mayo. Dos santos y
dos ángeles se ven rodeados por un tupido conjunto de relieves florales entrelazados,
que cubren por completo el arco. Tras este se encuentra el santuario, mas
angosto y de una longitud de 9 m ósea la mitad del total del espacio número 4,
dentro del cual se proyecta el piso del santuario que se encuentra a un nivel más
alto; los primeros 6 metros están cubiertos por una bóveda de cañón capetonada,
y los últimos 3 por una bóveda nervada semicircular. El retablo principal llena
de lado a lado y del piso a la bóveda esta proporción semicircular del ábside.
El retablo dispuesto por una
mampara o biombo plegadizo, tiene 7 secciones verticales o calles, 5 cuerpo
horizontales y un remate.
Sus columnas salomónicas indican
que se hizo una modificación a la obra en el siglo XVII, porque esos fustes retorcidos
en espiral no corresponden al siglo XVI mexicano.
En la sacristía el gran recinto con
bóveda de cañón situada a la derecha del ábside se encuentra un gran relieve
policromada del “descendimiento de la cruz”; actualmente luce tan flamante y en
tan bueno estado como lo vio Burgoa.
El muro sur del templo es al mismo
tiempo intermedio y común con el convento, constituyendo el muro norte del mismo;
las paredes del convento se levantaron al mismo tiempo y al mismo ritmo que el
de la iglesia, al sur de ella; sus mayores dimensiones son de 56m de este a
oeste y 47 m de norte a sur. El patio del claustro mide en los respectivos,
18.5 por 16 m, rodeado por corredores de 3.7m de ancho; en cada esquina hay
nichos poco profundos, pero muy amplios, que tal vez en algún tiempo alojaron esculturas.
Los recintos adyacentes a los corredores del claustro están en dos plantas y
los dos que dan al exterior solo en una, salvo en la parte del hospital ubicado
al suroeste del atrio; todos están cubiertos con ladrillos.
La entrada al convento es a través
de la portería, que se localiza inmediatamente al sur de la iglesia; esta
entrada y área de espera tiene casi 9 metros en cuadro. El convento está
actualmente considerado monumento histórico.
En el centro del patio del claustro
el ciprés, ya mencionada en el 803 es ahora un asalto; cada corredor tiene 5
arcos con contrafuertes o columnas en punta hacia el patio. Teniendo en cuenta
que solo el intradós de cada arco es un completo semicírculo, los arcos parecen
apretujados, como comprimidos.
Solo los corredores de la planta
baja están abovedados; tres gruesas nervaduras surgen de cada repisa dominica.
La planta baja estaba destinada a
oficinas y usos de la comunidad. La entrada principal en el interior del
convente y ligada con el corredor sur del claustro, es un amplio acceso ornado
con los mismos cuadrados con puntas de diamantes que se ven en las puertas
norte y oeste del templo; en el centro el símbolo dominico llega hasta la cornisa
que se envuelve sobre si misma alrededor de lo que podría ser una versión inicial
de una repisa dominica.
Unas amplias escaleras con
pasamanos bien trabajados llegan a un segundo piso, dentro de un recinto
especialmente desinado para ello en la esquina sureste; en el descanso se veía
una gran pintura mural de san Cristóbal. Todos los materiales del corredor a
este nivel son ladrillo y madera para sostener los techos; la entrada del coro está
en la planta alta y al mismo nivel estaban las celdas o habitaciones privadas
de los frailes, así como el acceso a la enorme letrina que se encuentra en la
esquina sureste; libre en el centro tenía cuatro asientos en cada uno de los lados;
hasta abajo con una gran diferencia de altura, una corriente constante pequeño arroyo
arrastraba los desechos. La mampostería completamente cerrada salvo dos
pequeños vanos en la pared oriente, su masa en conjunto es tan impresionante
como el ábside.
Los corredores del claustro tienen
bóvedas enervadas en la planta baja y techos de madera en el alta; señala que
la construcción de la iglesia y el convento requerido de una fuerza de 6000
indios en grupos de 600, que necesitaron 25 años para terminarlos y afirma que
los dominicos emplearon un arquitecto anónimo. menciona Yanhuitlán como de un
siglo de existencia lo que según sus cálculos situaría loas años de su
terminación en los 1560 años.
Elementos vistos en clase, cuales están y
cuales no
No
hay:
cruz atrial ni capillas posas, almenas,
Si
hay:
atrio, sotocoro, tiene artesonado, techos estilo mudéjar del siglo XVI,
convento, capillas abiertas, alfiz, contrafuertes, claustro, sala de profundis,
segunda planta se encuentran las letrinas, fachada renacentista, sola nave,
gran altura, bóveda de nervadura, frescos en los muros,
Análisis (aspectos sociales culturales y económicos
se ven en el edificio).
La forma de vida de los pobladores
de la comunidad de santo Domingo Yanhuitlán, eran de personas de nivel
económico bueno ya que ellos se dedicaban a la agricultura y los productos que
cosechaban los vendían en los pueblos cercanos y eran buenos productores de
dichos productos y se puede ver en las viviendas, la mayoría está hecha de
materiales hechos en la propia comunidad y con gran jerarquía, viviendas con
varias habitaciones donde ahí también se realizaban algunos trabajos de
agricultura, y las familias tenían más espacios de convivencia dentro de sus
casas.
OPINIONES:
·
MARIANA HERNANDEZ: Elegí Yanhuitlán, porque desde ya
varios años lo he visitado, y siempre me ha llamado la atención saber porque
esta cada cosa en su lugar y cuál es su significado, a pesar de los cambios que
le han hecho, yo tuve la fortuna de conocer Yanhuitlán antes de varios cambios,
por otro lado, fui a una conferencia que me indigno ver que más que arreglarlo
lo perjudicaron y quitar esencia de él, ahora que obtuve tanta información, me
di cuenta lo más hermoso que era de lo que pensaba.
·
BRENDA: Yanhuitlán es un lugar lleno de símbolos
católicos plasmados en cada rincón de la arquitectura, es lo interesante de
este templo, además por lo bien que se han conservado algunos elementos, nos
permiten viajar y maravillarnos de nuestra historia así que cuando lo conocí me
fascino.
·
LADY JOHEMY: La elección sobre Yanhuitlán fue un
tanto personal ya que soy originaria de la mixteca y me intereso conocer más
acerca de nuestra historia de la forma de vivir de los ciudadanos, su cultura y
sobre todo la arquitectura que se encuentra en dicha población, también para
conocer más acerca de las modificaciones que se hicieron según como
restauración del ex convento y por la hermosura y monumentalidad de la iglesia.
BIBLIOGRAFIA:
·
LIBRO: POESIA EN LA PRACTICA.