viernes, 20 de mayo de 2016

Embajada de México en Berlín



En 1997 se realizó un concurso para determinar cuál sería la obra que sería construida para servir de sede de la embajada de México en Berlín. A dicho concurso se presentaron 8 propuestas, pero la elegida al final por el jurado fue la del arquitecto Teodoro Gonzales de León en colaboración con el arquitecto Francisco Serrano. La intención era crear un edifico único que representara dignamente a México en otro país y que además se convirtiera en un ícono imborrable de la memoria urbana.  El edificio está ubicado en la parte central de Berlín; a cien metros del Tiergarten y sobre la avenida Klingelhöfer. Fue inaugurado el 22 de noviembre del año 2000 y actualmente sigue siendo la sede del consulado mexicano en ese país.

La fachada principal, con una altura de 18m, se compone de 40 pilares verticales que se inclinan hacia dentro, y en una parte se abren para dejar el espacio de acceso como si se tratara de una cortina corrida que enfatiza la entrada principal. Gracias a la disposición de los pilares, que están muy próximos entre sí, se logra la colocación de paneles de vidrio entre ellos, que permiten la entrada de abundante luz natural hacia el interior. Este edificio consta de 6 niveles: el primero esta semi-hundido y aloja el área de servicios y el estacionamiento; después viene la planta baja con su doble altura, donde se localiza el vestíbulo y un jardín interior, además de un salón de usos múltiples, un centro informativo y un área para servicios del consulado y de cultura; luego viene el piso en forma cilíndrica que contiene un patio con un jardín escalonado y aloja las circulaciones verticales de la construcción; los niveles siguientes (2) son de la cancillería y  el último nivel ofrece maravillosas vistas de los alrededores de Berlín.  Los espacios interiores están compuestos por múltiples diagonales, con diversas alturas y cubiertas, logrando un asombroso juego de iluminación. El edificio abarca un área de 1,300m2.

Los arquitectos querían transmitir los grandes espacios abiertos, propios de la arquitectura mexicana así que diseñaron un atrio interior de 18m de altura y 14m de diámetro, el ya antes mencionado espacio cilíndrico, que permite la entrada de luz natural e ilumina todo el edificio, además de sus jardineras escalonadas que hacen referencia a las pirámides.

Teodoro firma la obra con su ya característico concreto blanco cincelado como material base de la construcción, haciendo que el edificio muestre una gran limpieza y simplicidad. Otros elementos propios de su arquitectura reflejados en la embajada son: el nulo uso d ejes ortogonales, pues toma preferencia por las diagonales; la escala monumental del edificio; el uso de volúmenes pesados combinados con cristal translucido; los jardines interiores y los patios y el uso de plataformas en el interior para enfatizar ciertos espacios.

Recordemos el contexto en que se encontraba la arquitectura mexicana en aquella época, con una búsqueda constante de una esencia propia, que la distinguiera de las demás, aunada a su pasado histórico pero sin copiar literalmente elementos prehispánicos, si no que se buscaba la reinterpretación de dichos elementos para lograr algo único que hiciera a México resaltar a nivel mundial. Aunado a eso, se buscaba la modernización de la forma de construir: con nuevos sistemas constructivos, como el usado en la embajada en el que la estructura del edificio se construyó cargando la fachada con andamios, que posteriormente fueron  retirados para que los parteluces soportaran el peso. Además estaba a punto de entrar a un nuevo siglo, por tanto se debían crear obras magnificas, contemporáneas, que tuvieran un letrero gigantesco que dijera “México está posicionándose en el mundo”.





OPINIONES

Perla: Este edificio es un hito a nivel mundial, pues muestra de que están hechos los arquitectos mexicanos, demostrando que vamos más allá de pechos de paloma e imitaciones baratas de pirámides, y que podemos llegar a algo mucho mejor, a una verdadera reinterpretación de nuestra historia, para otorgar una verdadera esencia a nuestras construcciones que nos sitúen como un país que progresa y otorga al mundo nuevas ideas para la construcción.

Juan: El edificio de Teodoro Gonzáles muestra un giro de su propia arquitectura, dejando de lado el brutalismo, y siguiendo las tendencias contemporáneas que se caracteriza por el manejo de vanos sobre muro, lo que lo hace interesante es que a pesar de ser un edificio que pareciera ser un cubo con vanos, juega con los elementos de la fachada inclinándolos y seccionando la fachada con los mismos para permitir la entrada de luz hacia el interior


REFERENCIAS
Chávez, Esther. (2009). Programa y organización de la embajada de México (Berlín). 17/05/2016, de Arqred Sitio web: http://www.arqred.mx/blog/2009/10/02/programa-y-organizacion-de-la-embajada-de-mexico-berlin/

Chávez, Esther. (2009). Crítica: Embajada de México en Berlín. 17/05/2916, de Arqred Sitio web: http://www.arqred.mx/blog/2009/11/23/critica-embajada-de-mexico-en-berlin/

Chávez, Esther. (2009). Materiales: Embajada de México en Berlín. 17/05/2016, de Arqred Sitio web: http://www.arqred.mx/blog/2009/11/06/materiales-embajada-de-mexico-en-berlin/

Chávez, Esther. (2009). Contesto Embajada de México en Berlín. 17/05/2016, de Arqred Sitio web: http://www.arqred.mx/blog/2009/09/25/contexto-embajada-de-mexico-en-berlin/


Charleson, Andrew. (2006). La estructura como arquitectura: formas, detalles y simbolismo Volumen 11 de Estudios Universitarios de Arquitectura. no especificado: Reverte.

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