En 1997 se realizó un concurso
para determinar cuál sería la obra que sería construida para servir de sede de
la embajada de México en Berlín. A dicho concurso se presentaron 8 propuestas,
pero la elegida al final por el jurado fue la del arquitecto Teodoro Gonzales
de León en colaboración con el arquitecto Francisco Serrano. La intención era
crear un edifico único que representara dignamente a México en otro país y que
además se convirtiera en un ícono imborrable de la memoria urbana. El edificio está ubicado en la parte central
de Berlín; a cien metros del Tiergarten y sobre la avenida Klingelhöfer. Fue inaugurado
el 22 de noviembre del año 2000 y actualmente sigue siendo la sede del
consulado mexicano en ese país.
La fachada principal, con una
altura de 18m, se compone de 40 pilares verticales que se inclinan hacia
dentro, y en una parte se abren para dejar el espacio de acceso como si se
tratara de una cortina corrida que enfatiza la entrada principal. Gracias a la disposición
de los pilares, que están muy próximos entre sí, se logra la colocación de paneles
de vidrio entre ellos, que permiten la entrada de abundante luz natural hacia
el interior. Este edificio consta de 6 niveles: el primero esta semi-hundido y
aloja el área de servicios y el estacionamiento; después viene la planta baja
con su doble altura, donde se localiza el vestíbulo y un jardín interior, además
de un salón de usos múltiples, un centro informativo y un área para servicios
del consulado y de cultura; luego viene el piso en forma cilíndrica que
contiene un patio con un jardín escalonado y aloja las circulaciones verticales
de la construcción; los niveles siguientes (2) son de la cancillería y el último nivel ofrece maravillosas vistas de
los alrededores de Berlín. Los espacios
interiores están compuestos por múltiples diagonales, con diversas alturas y
cubiertas, logrando un asombroso juego de iluminación. El edificio abarca un área
de 1,300m2.
Los arquitectos querían transmitir
los grandes espacios abiertos, propios de la arquitectura mexicana así que
diseñaron un atrio interior de 18m de altura y 14m de diámetro, el ya antes
mencionado espacio cilíndrico, que permite la entrada de luz natural e ilumina
todo el edificio, además de sus jardineras escalonadas que hacen referencia a
las pirámides.
Teodoro firma la obra con su ya característico
concreto blanco cincelado como material base de la construcción, haciendo que
el edificio muestre una gran limpieza y simplicidad. Otros elementos propios de
su arquitectura reflejados en la embajada son: el nulo uso d ejes ortogonales,
pues toma preferencia por las diagonales; la escala monumental del edificio; el
uso de volúmenes pesados combinados con cristal translucido; los jardines
interiores y los patios y el uso de plataformas en el interior para enfatizar
ciertos espacios.
Recordemos el contexto en que se encontraba la arquitectura mexicana en
aquella época, con una búsqueda constante de una esencia propia, que la
distinguiera de las demás, aunada a su pasado histórico pero sin copiar
literalmente elementos prehispánicos, si no que se buscaba la reinterpretación de
dichos elementos para lograr algo único que hiciera a México resaltar a nivel
mundial. Aunado a eso, se buscaba la modernización de la forma de construir:
con nuevos sistemas constructivos, como el usado en la embajada en el que la
estructura del edificio se construyó cargando la fachada con andamios, que
posteriormente fueron retirados para que
los parteluces soportaran el peso. Además estaba a punto de entrar a un nuevo
siglo, por tanto se debían crear obras magnificas, contemporáneas, que tuvieran
un letrero gigantesco que dijera “México está posicionándose en el mundo”.
OPINIONES
Perla: Este edificio es un hito a nivel mundial, pues muestra de que están
hechos los arquitectos mexicanos, demostrando que vamos más allá de pechos de
paloma e imitaciones baratas de pirámides, y que podemos llegar a algo mucho
mejor, a una verdadera reinterpretación de nuestra historia, para otorgar una
verdadera esencia a nuestras construcciones que nos sitúen como un país que
progresa y otorga al mundo nuevas ideas para la construcción.
Juan: El edificio de Teodoro Gonzáles muestra un giro de su propia
arquitectura, dejando de lado el brutalismo, y siguiendo las tendencias
contemporáneas que se caracteriza por el manejo de vanos sobre muro, lo que lo
hace interesante es que a pesar de ser un edificio que pareciera ser un cubo
con vanos, juega con los elementos de la fachada inclinándolos y seccionando la
fachada con los mismos para permitir la entrada de luz hacia el interior
REFERENCIAS
Chávez, Esther. (2009). Programa y organización de la embajada de México
(Berlín). 17/05/2016, de Arqred Sitio web:
http://www.arqred.mx/blog/2009/10/02/programa-y-organizacion-de-la-embajada-de-mexico-berlin/
Chávez, Esther. (2009). Crítica: Embajada de México en Berlín.
17/05/2916, de Arqred Sitio web:
http://www.arqred.mx/blog/2009/11/23/critica-embajada-de-mexico-en-berlin/
Chávez, Esther. (2009). Materiales: Embajada de México en Berlín.
17/05/2016, de Arqred Sitio web:
http://www.arqred.mx/blog/2009/11/06/materiales-embajada-de-mexico-en-berlin/
Chávez, Esther. (2009). Contesto Embajada de México en Berlín.
17/05/2016, de Arqred Sitio web: http://www.arqred.mx/blog/2009/09/25/contexto-embajada-de-mexico-en-berlin/
Charleson, Andrew. (2006). La estructura como arquitectura: formas,
detalles y simbolismo Volumen 11 de Estudios Universitarios de Arquitectura. no
especificado: Reverte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario