Palacio de Hierro. Ciudad de México.
(s. XIX) Arquitectura en el Porfiriato / Género comercial
HISTORIA
La construcción del edificio se inició al adquirir el
terreno de la casa situada en la antigua esquina de Callejuela y San Bernardo,
en lo que actualmente son las calles 5 de Febrero y Venustiano Carranza en 1888
( Patricia
Martínez Gutiérrez, 2005).
El edificio fue calculado y proyectado por Mr. Pierón,
rectificado y ejecutado por los Arq. Ignacio y Esusebio de la Hidalga; los
planos fueron hechos en París, los elementos que se utilizaron en la
construcción fueron hechos en la fundición parisina de Moisan y la dirección de
los trabajos fueron confiados al renombrado arquitecto M. Hidalga. (Patricia Martínez Gutiérrez, 2005).
“Podemos
deducir que el edificio construido por la Tron Co. En 1891 fue el edificio más
alto de la ciudad hecho a base de hierro con cinco pisos superpuestos en el
concepto moderno de edificio alto, la primera construcción proyectada
específicamente para ser una tienda departamental”. (Patricia
Martínez Gutiérrez, 2005)
DESCRIPCION
Adquirió
el nombre de Palacio de Hierro porque la gente, al pasar por la construcción,
se asombraba y decían: “¡Mira, están construyendo un palacio… de hierro!”, ya que en esta época eran muy extrañas las construcciones de acero.
Su
fachada se encuentra resuelta en una esquina por dos paramentos que la
conformaban sobre los límites de las aceras. Mostraba los cinco niveles
acusados por las cornisas de los entrepisos en los volúmenes de las esquinas,
el nivel superior tenía una altura menor que los inferiores, lo cual, a la
manera de la época, reiteraba la función de servicios, el cual era un nivel
habitacional para empleados, y aunque era común que los empleados vivieran en
el mismo edificio en el que trabajaban, representaba una novedad que en este
caso se le hubiera asignado un espacio definido dentro del programa
arquitectónico, lo cual nos habla de conceptos ilustrados de orden e higiene. (Patricia
Martínez Gutiérrez, 2005).
La
volumetría fue resuelta en la esquina dos grandes marcos pétreos que daban la
idea de un gran cubo limpio desde los límites de las calles hasta cubrir la
altura de los cinco pisos con los que contaba. El marco se habría logrado con
el manejo como volúmenes macizos de los ejes esquineros y el tratamiento
similar del último nivel con pequeñas ventanas, con lo que se lograba el
elemento horizontal superior, lo que provocaba que los marcos de piedra
acentuaran la transparencia de las ventanas: contaba con balcones en el cuarto
piso y unas verdaderas vidrieras en los
tres pisos restantes; de esta forma hacían una unidad aparente de hierro y
cristal, con lo cual se acentuaba la verticalidad del edificio. (Patricia
Martínez Gutiérrez, 2005).
En su
interior se encuentra formado por un cubo geométrico; estaba diseñado en base a
un esquema de patio cubierto con un tragaluz cenital transparente; cuenta con
una elegante y monumental escalera en zig-zag, la cual se levanta del centro
del patio y comunica con la azotea, junto a la escalera, se encuentran dos
ascensores, uno para las personas y otro para las mercancías. Los materiales
con los que estaba y está compuesto el edificio son de hierro y piedra hoy en
día de concreto también, ya que tuvo muchas remodelaciones, una en 1901, que se
basó en una ampliación, pero siempre respetando la metodología que se tenía,
mismas proporciones, fachada y se repitió el esquema de patio.
CARACTERISTICAS DEL EDIFICIO QUE LO IDENTIFIQUEN CON SU TIEMPO (ÉPOCA PORFIRIANA)
·
Avances tecnológicos ejemplificados en el
elevador, y su estructura innovadora de metal. Como medio de expresión para el
modernismo, y el progreso de un país en desarrollo.
·
Los materiales con los que está construido el
edificio, hierro, cemento y cristal
o
Que en sí mismos son resultado de un avance tecnológico
consecuencia de la industrialización, de
una época de prosperidad que se vivía en el país, estabilidad económica, y la
riqueza concentrada
·
Sigue el modelo de las tiendas departamentales
en Francia ya que en ese momento Francia es el país a imitar.
·
Diseño fue realizado por arquitectos extranjeros
educados en Francia, así como mucha de la arquitectura monumental realizada en
esa época.
·
La presencia de la tienda departamental que
indica un aumento de población en la ciudad, dando paso a la colonia.
·
Escaleras monumentales.
·
Fachadas importantes.
·
Patios centrales.
ANÁLISIS
Un aspecto social y económico importante que se
ve reflejado en la construcción de la tienda departamental es la urbanización y
centralización en la Ciudad de México que demandaba nuevos servicios para
satisfacer las necesidades de la sociedad. Ya que durante el Porfiriato se
definió la organización político-administrativa del Distrito Federal, la
centralización en la Ciudad de México de las actividades económicas,
industriales, de comunicación, cultura y recreación contribuyó al incremento de
su población, que en 1858 se estimaba en doscientos mil habitantes y hacia 1910
en cuatrocientos mil habitantes; a su vez, su área urbana había pasado de 8.5 a
40.5 kilómetros cuadrados.
Esta demanda
de nuevos y más cantidad de servicios provocó que las costumbres empezaran a
cambiar. Fue así que se inauguró el Palacio de Hierro, y otras tiendas
departamentales. Utilizaban el concreto y estructuras de acero. Las tiendas
influyeron más allá de lo que se podría imaginar en un inicio. Influyeron
indirectamente hasta en el tipo de pavimentación, que facilitaría el tránsito
de los vehículos y de los tranvías.
Vehículos pues, que servían como servicio a estas grandes tiendas
departamentales, al transportar sus mercancías que venían de lugares apartados.
Otro aspecto
directo que influyó en la construcción del edificio fue la misma educación de
los 2 hermanos arquitectos que proyectaron la obra. Y la influencia a la que se
vieron sometidos. Su padre Lorenzo Hidalga que estudió en Paris tuvo influencia de otros dos
arquitectos franceses: JeanNicolas-Louis Durand (1760-1832), y Claude Nicolás
Lédoux (1736-1806), autor del libro “La arquitectura considerada en relación con
el arte, las costumbres y la legislación”, publicado en 1808. Este último texto
modificó los criterios arquitectónicos de la tradición clásica al proponer como
principios constructivos la solidez, la salubridad, la comodidad y la economía.
Ambos arquitectos fueron considerados precursores de una arquitectura
funcionalista.
Siguiendo a
sus maestros franceses, para él todos los edificios sobresalientes se habían
construido aplicando los principios generales de “la conveniencia y de la
economía”. Entendiendo que la conveniencia en un edificio “consiste en su
solidez, salubridad y comodidad”. En tanto que por economía arquitectónica
Hidalga entendía “el proscribir en un edificio todo lo que sea inútil”. Por
consiguiente, sería “tanto más económico un proyecto cuanto más simétrico, más
regular, más sencillo”.
Y es
comprensible que algo de esto haya influenciado a sus hijos. Los dos hijos
varones de Lorenzo Hidalga, es decir Ignacio y Eusebio Hidalga García,
estudiaron en la Academia de San Carlos, donde obtuvieron el título de
“ingenieros topógrafos e hidromensores” y después el de arquitectos e
ingenieros civiles. Fueron alumnos de Javier Cavallari, profesor italiano llamado
para reorganizar el plan de estudios que cursaban los estudiantes de la carrera
de arquitectura, con el objetivo de cubrir las expectativas y necesidades de
construcciones de nuevo tipo, que obedecían a un urbanismo diferente. Javier
Cavallari quien “hizo posible el gran salto de la arquitectura de albañilería a
la arquitectura de las grandes estructuras metálicas” según Eduardo Báez Macías,
ya que rompió la tradición de la construcción basada en la mampostería y la
cantera. Dejando a los hermanos Hidalga García, con todas estas enseñanzas que
aplicaron en el Palacio de Hierro, solidez y economía aplicando materiales como
el acero, la simplicidad elegante de un proyecto, que tenga
buena funcionalidad, que respete las necesidades de la crecida población, y la herencia de las estructuras metálicas.
buena funcionalidad, que respete las necesidades de la crecida población, y la herencia de las estructuras metálicas.
Un aspecto
cultural muy importante que se ve influido en el edificio es la conformación de
una cultura de consumo en las principales ciudades mexicanas, provocada por el
incremento en la producción industrial y el correspondiente aumento en la
capacidad adquisitiva al finalizar el siglo XIX.
El consumo, estableció una serie de patrones que
hacen referencia a la pertenencia a un determinado estrato social. Patrones de
consumo que revelan el aprecio a ciertos bienes materiales y a un estilo de
vida en el que el progreso y el bienestar son fundamentales. Este es un
fenómeno urbano que se vivía en la época, en donde se reflejan las clases
acomodadas del porfiriato, y su percepción de sí mismos como progresistas que veían
en la modernización del país un impulso de carácter nacionalista y se
declaraban partidarios de adelantos tecnológicos, aparatos, gustos, modas,
hábitos y costumbres fuertemente influenciados por modelos culturales europeos
y estadounidenses, ya que guardaban gran similitud con estas.
Estos
edificios departamentales, como el Palacio de Hierro, cambio hasta el cómo y
dónde la gente compraba. Hasta entonces los bienes de consumo se obtenían en
pequeñas tiendas, en ferias y mercados, con comerciantes o se encargaban a los
talleres artesanales. Sin embargo, en los grandes almacenes, los compradores
encontrarán por vez primera un ambiente diseñado ex profeso para un nuevo
estilo de consumo.
“[...] fue un monumento a la
cultura burguesa que la construyó, (…) Capturó la intención
cultural-empresarial de dominar y organizar el mundo material para su ventaja.
En la arquitectura, materializó el mandato de funcionalizar el medio ambiente.
Significó solidez y respetabilidad. En sus valores, promovió la identificación
cultural con lo aparente y las posesiones materiales. Reafirmó la productividad
y personificó las pretensiones culturales de una sociedad igualitaria. La
tienda departamental era el mundo burgués.” Dice claramente Michael B.
Miller, en The Bon Marché. (Bourgeois Culture and the Department Store,
1869-1920)
Ahora, toda la
estructura del edificio departamental generaba una nueva interacción y
movimiento dentro de ella. Al penetrar, el cliente se encontraba con empleados
correctos, cortinajes, alfombras y mobiliario adecuado para un ambiente atractivo
al consumo, que invitaba a pasar largas horas en la tienda.
Los grandes
almacenes ofrecían además atractivos nuevos respecto a la antigua tienda de
mostrador y dependientes. En esos momentos el cliente era libre para mirar
la mercancía a su antojo sin presión alguna para adquirirla, también existía la
seguridad de tratar con precios fijos que desechaban así la vieja costumbre del
regateo. La mercancía, de carácter estandarizado, se exhibía en grandes
volúmenes con la introducción continua de productos nuevos que propiciaban una
caducidad implícita, el concepto demodé como sinónimo de no vigente y pasado de
moda. Estas tiendas departamentales involucraron también la construcción de
grandes talleres construidos ex profeso para el suministro de la tienda.
OPINIÓN PERSONAL DE TODOS
Kathya: Desde
el principio este edificio fue muy discutido, a causa de las nuevas tendencias
que traía con él, por ello se me hace muy interesante, tanto su forma, como en
la utilización del hierro, que fue causa de su nombre, la escalera que tiene en
el interior, pero sobre todo su hermoso vitral que funciona como tragaluz; este
edificio fue el inicio de un México moderno.
Martha: Se me
hizo muy interesante como las tiendas departamentales con estos nuevos esquemas
arquitectónicos, cambiaron por completo la forma de en qué se realizaban las
compras, la forma de movilidad, y la misma concepción de comprar. Como involucró
todo un movimiento en cuanto a comercialización, al ver toda la propaganda; el
surgimiento de los conceptos moda, pasado de moda, vigencia, precios fijos
desechando la vieja costumbre de regateo. El simple hecho de poder ver con
libertad la mercancía fue un medio eficiente de divulgación de estos establecimientos.
Yesenia: Es un edificio, que tuvo impacto tanto económico como social, al ser uno de los edificios comerciales en el centro histórico México, así como también, fue el primer edificio en tener un elevador y el uso de materiales industriales. Lo que me gustó de este edificio fueron las decoraciones del art novue en el interior, así como en el domo al techo.
BIBLIOGRAFÍA
- De Anda, Enrique. (2013) 3ra Edición. ”Historia de la arquitectura mexicana”. España: Gustavo Gili
·
Patricia Martínez Gutiérrez. (2005). El palacio
de hierro arranque de la modernidad arquitectónica en la ciudad de México.
México: Facultad de Arquitectura Instituto de Investigaciones estéticas
Universidad Nacional Autónoma de México.
·
Iluminet. (25 septiembre, 2011). La luz hace del
Palacio de Hierro un edificio sobrio y elegante. 13/04/2016, de Iluminet
revista de iluminación on line Sitio web: http://www.iluminet.com/la-luz-hace-del-palacio-de-hierro-un-edificio-sobrio-y-elegante/
·
«El Palacio de Hierro», El
Mundo Ilustrado, 1
de enero de 1907. Maurice Proal, Pierre Martin Charpenel, Los Barcelonettes en México, Prólogo de Jean Meyer, México,
Editorial Clío, 1998, pp. 37 - 39. Véase también en Internet:
elpalaciodehierro.com.mx
Al parecer la Arquitectura de hierro en mexico fue muy importante durante la revolucion industrial.
ResponderEliminar